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ÁREA DE ESTUDIO
Mapa
Sobrevuelo sobre la Serranía del Tigre.
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Vista del río Hondo, bosque amazónico, Parque Nacional Madidi.
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Bosque montano en los alrededores del río Chiriuno, sobre la senda Apolo-San José de Uchupiamonas.
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La Región Madidi, abarca 94.533 km2 del territorio de Bolivia. Esta conformada
por tres áreas protegidas: el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi,
el Área Natural de Manejo Integrado Apolobamba y la Reserva de la Biósfera y Territorio Indígena Pilón
Lajas, además de áreas adyacentes como Tierras Comunitarias de Origen
tituladas y en proceso de titulación reclamadas por pobladores nativos como los
Tacanas, Lecos, Chimanes, Mosetenes y Araonas.
Esta región ha sido identificada a través de varios estudios
independientes como uno de los centros más importantes de biodiversidad en
el Nuevo Mundo (Dinerstein et al. 1995, Davis et al. 1997). Los
altos niveles de precipitación en determinadas zonas, la topografía
irregular, la geología compleja y los diferentes tipos de clima presentes han
llevado al desarrollo de niveles notablemente altos de riqueza de especies y
hábitats, lo que en conjunto ha conducido a estimaciones muy altas de
biodiversidad para la región.
A pesar de la existencia de áreas protegidas, la región en su
conjunto se ve amenazada por procesos de colonización con poca o ninguna
planificación, el desarrollo de una agricultura poco adaptada al medio,
el aprovechamiento de hidrocarburos, la construcción de caminos y de una
represa hidroeléctrica.
Objetivos del Proyecto
- Realizar inventarios de plantas vasculares y briofitos en la Región Madidi,
para determinar la riqueza de especies, describir nuevos taxones, documentar los
patrones de distribución de las especies y contribuir a los estudios
biogeográficos y filogenéticos.
- Producir y distribuir publicaciones científicas, listas de especies,
claves, catálogos, monografías y bases de datos electrónicas
y tradicionales.
- Capacitar personal en investigaciones sistemáticas y biogeográficas,
en temas relacionados con evolución y ecología, y la aplicación
de datos biológicos a temas de conservación.
- Crear un modelo predictivo de los hábitats principales de la región,
tomando en cuenta la estructura de la vegetación, composición
florística, topografía, altitud, geología y clima.
- Colaborar con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para ampliar el
conocimiento de la diversidad y complejidad biológica, identificar amenazas y
contribuir a la conservación y la elaboración de planes de manejo para
las áreas protegidas.
Referencias bibliográficas
- Davis, S. D., V. H. Heywood, O. Herrera-MacBryde, J. Villa-Lobos & A. C.
Hamilton. 1997. Centres of Plant Diversity–A Guide and Strategy for their
Conservation. 3. The Americas. The World Wide Fund for Nature (WWF) &
IUCN–The World Conservation Union. Oxford
- Dinerstein, E. D. M. Olson, D. J. Graham, A. L. Webster, A. A. Rim, M. P.
Bookbinder & G. Ledec. 1995. A Conservation Assessment of the Terrestial
Ecoregions of Latin America and the Caribbean. World Wildlife Fund - The Old Bank,
Washington DC.
Vista panorámica de la Cordillera Real.
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Vista panorámica de las sabanas de Apolo.
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Vista panorámica de la Serranía del Bala, Parque Nacional Madidi.
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Cauce del Río Beni.
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Río Beni.
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La fisiografía en la Región Madidi es bastante compleja, incluye
llanuras situadas a aproximadamente 200 m de altitud hasta cordilleras elevadas
por encima de los 6.000 m. De manera general se pueden distinguir tres grandes
unidades fisiográficas:
La Cordillera Oriental,comprende la faja
montañosa entre el altiplano al oeste y el subandino al este. Dentro
de esta unidad podemos encontrar cordilleras altas como la de Apolobamba con nieves
permanentes, pie de montes modelados por procesos glaciales donde son comunes
bofedales los cuales conectan con el altiplano, serranías altas y bajas con
valles estrechos a veces profundos, y paisajes de colinas bajas y depresiones amplias
como en los alrededores de la población de Apolo. A esta latitud las
serranías andinas se caracterizan por tener una orientación general
noroeste-sudeste y una elevación que varía entre 800 a 6.059 m, con
fondos del valle ubicados entre 300−3.000 m. Las serranías están
compuestas por substratos de origen Ordovícico, Devónico,
Carbonífero, piedra arenisca y limo del Cretácico; los valles tienen
sedimentos terciarios (Oblitas & Brockmann 1978).
La Faja Subandina constituye el borde oriental de la cordillera
andina y es un complejo sistema de serranías longitudinales estrechas separadas
por valles sinclinales. Se halla formada por serranías altas paralelas, colinas
convexas moderadamente altas a bajas con pendientes escarpadas, y valles amplios con
niveles de terrazas aluviales como las de los ríos Tuichi y Beni. El rasgo
geomorfológico mas importante que ofrece la región es el sinclinal de
Madidi-Quiquibey, situado entre las Serranías Tutumo, Bala y Pilón, y
las Serranías Chepite y Eslabón. El sector occidental de este valle
es drenado por el río Tuichi y el sector oriental por el río Quiquibey,
los dos confluyen en el río Beni sólo un poco antes del pueblo de
Rurrenabaque. El río Alto Madidi fluye desde el noroeste del mismo valle
hasta la terminación de la Serranía Tutumo, donde hace un giro ancho
para fluir de norte a este por la fusión con la llanura aluvial del río
Beni. Las laderas empinadas tienen suelos poco profundos con numerosos afloramientos
de arenisca; estos suelos son susceptibles a erosión y varían de
fuertemente ácidos a neutros. Las colinas más bajas con substrato
Terciario tienen suelos más profundos y moderadamente ácidos. Los
valles, terrazas abandonadas y las llanuras aluviales se caracterizan por presentar
tierras profundas que varían de arcillas pesadas a margas arenosas y son
fuertemente a ligeramente ácidas.
La Llanura Chaco-Beniana en la Región Madidi está
formada por depósitos aluviales Cuaternarios acarreados por los ríos
Beni y Madre de Dios. Esta unidad es una sucesión de llanuras antiguas y
recientes, libres o expuestas a inundaciones periódicas, surcadas por
ríos meándricos que han modelado sistemas de terrazas con paleocauces,
diques elevados y madrejones. Hacia el extremo norte se pueden distinguir llanuras
suavemente onduladas con interfluvios planos conformadas por depósitos
holocénicos laterizados. En el contacto con el subandino se diferencia una
franja de piedemonte o “glacis” coluvio-aluvial con pendiente suave.
Las precipitaciones promedio anuales varían desde <1.000 mm hasta
>3.000 mm y en consecuencia la variabilidad climática es bastante marcada
presentándose climas xéricos, pluviestacionales y pluviales. Los
vientos predominantes vienen del norte. Las laderas nororientales tienen los niveles
más altos de precipitación, mientras que las laderas expuestas al
sudoeste son bastante secas, produciéndose fenómenos de sombra de
lluvia bastante acentuados como en el valle central del río Tuichi. La
temperatura anual varía de 26ºC hasta algunos grados bajo cero en
áreas que están permanentemente heladas y cubiertas por glaciales.
La estación seca coincide con el invierno austral, y los frentes fríos
del sur tienen un impacto variable en la temperatura de la Región Madidi.
Referencias bibliográficas
- Oblitas G., J. & C. E. Brockmann H. 1978. Mapa geológico de Bolivia.
Servicio Geológico de Bolivia (GEOBOL) & Yacimientos Petrolíferos
Fiscales de Bolivia (YPFB). La Paz, Bolivia.
Relicto de bosque de ceja de monte.
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Bosque seco, alrededores de Camata.
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Matorral amazónico de filos de cerro.
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Sabanas de Apolo.
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En la Región Madidi confluyen dos grandes regiones biogeográficas:
la Andina y la Amazónica, ambas con sus tipos de vegetación
característicos. Al norte y el noroeste se encuentran los bosques húmedos
de la región del Sudoeste Amazónico/región de Tambopata que abarca
la mayoría del sur del Perú, así como las partes adyacentes del
Acre (Brasil) y Pando (Bolivia). Al oeste, los bosques montanos peruanos con su
topografía variada soportan formaciones que van desde el bosque lluvioso al bosque
enano nublado. Al este y el sudeste, los Yungas bolivianos y la región del Chapare
corresponden a una región similarmente diversa con un clima hiper-húmedo.
Sin embargo, los Yungas bolivianos están separados del bosque peruano montano por
una franja de bosques más secos que existen por el efecto de la sombra de lluvia
originada por la orientación este-oeste de la topografía regional en los
Andes. Este "gap" en los bosques húmedos esta asociado con altos niveles de
endemismo reportados para algunos taxones (p. e. Araceae T. Croat; aves V. Remsen, com.
pers.). Finalmente, al noroeste, los ecosistemas están caracterizados por las
inmensas extensiones de sabanas abiertas atravesadas por corredores de bosque de
galería que conectan los Yungas Bolivianos con el bosque húmedo del Escudo
brasileño.
Las expediciones a la Región Madidi han identificado algunos taxa y
hábitats que son característicos de cada una de estas regiones. Los
bosques de piedemonte y las llanuras aluviales muestran mucha afinidad con la flora de
las Reservas del Manu y Tambopata en la Amazonía Peruana. Se encontró
también que el bosque montano en la cordillera de Pilón Lajas es
notablemente diferente en estructura y composición en comparación a los
bosques del pie de monte situados a unos kilómetros y a solo 700 m de altitud
por debajo (Smith & Killeen 1998). La vegetación del bosque nublado en el
área tiene aún que ser muestreada (Merlot 1995). Las sabanas de las
Pampas del Heath son las extensiones más grandes y espacialmente más
complejas de los ecosistemas de sabanas de tierras bajas al norte de Bolivia. La
Región Madidi comprende varios hábitats de afinidad biogeográfica
aun incierta. Los bosques secos de los alrededores de Apolo comparten muchas especies
con la región del bosque Chiquitano en la región este de Santa Cruz
(Foster & Gentry 1991a). Basándonos en observaciones preliminares las
sabanas subandinas y montanas que se encuentran en cimas de serranías como la
del Beu en la Reserva Pilón Lajas y en las serranías dentro el Parque
Nacional Madidi, entre 1.500-2.500 m, muestran cierta similitud florística y
estructural que necesita ser corroborada con estudios detallados.
Los cambios climáticos del pasado han sido documentados en el Parque Nacional
Noel Kempff Mercado, donde los componentes mayores de la flora del bosque
amazónico (p. e. Moraceae, Urticaceae, Ulmaceae) sólo abundan en sedimento
lacustre de aproximadamente 3,000 años antes del presente (F. Mayle com. pers.).
El uso de la tecnología de los sensores remotos, acoplada con la de los
análisis de isótopos de carbono estable en muestras de suelo del bosque,
ha mostrado recientemente que el bosque amazónico ha avanzado hacia el sur
ocupando paisajes de la sabana en Noel Kempff Mercado y en la Región Madidi
(Killeen en prep.).
La evidencia de un evento catastrófico en el Cuaternario tardío
puede encontrarse en la forma de un cráter originado
por el impacto de un meteorito en la llanura aluvial situada a 120 km al N de Ixiamas,
en el río de Manupari cerca de la Reserva Indígena Araona. El cráter
tiene 20 km de diámetro y sólo es visible en la imagen satelital (Campbell
et al. 1989). La edad de los sedimentos indica que el cráter data de hace
5.000 y 20.000 años, considerado no muy viejo, pero de gran impacto sobre la tierra.
Se ha estimado que la energía emitida por el impacto podría haber sido 20.000
veces mayor que la de la bomba de Hiroshima. Semejante evento podría haber tenido un
gran impacto local en el desarrollo de las comunidades biológicas en el norte de
Bolivia.
Referencias bibliográficas
- Campbell, K. E., R. A. Grieve, J. Pacheco & J. B. Garvin. 1989. A newly discovered
probable impact structure in Amazonian Bolivia. National Geographic Research 5:
495–499.
- Foster, R. B. & A. H. Gentry. 1991a. Apolo region. Pp. 26–29. In: Parker,
T. & B. Bailey (eds.). A biological assessment of the Alto Madidi region. RAP working
Papers. 1. Conservation International. Washington, DC.
- Merlot, L. (ed.) 1995. Diagnóstico para la implementación de la Reserva
de biosfera–Territorio Indigena Pilón Lajas. Veterinarios Sin Fronteras, La
Paz, Bolivia.
- Smith, D. N. & T. J. Killeen. 1998. A comparison of the structure and composition
of montane and lowland tropical forest in the Serranía Pilón Lajas, Beni,
Bolivia. Pp. 681–700. In: F. Dallmeier and J. A. Comiskey (eds.) Forest Biodiversity
in North, Central and South America and the Caribbean: Research and Monitoring. Man and
the Biosphere Series 21. UNESCO and The Parthenon Publishing Group. Carnforth.
Hippeastrum caupolicanense (Amaryllidaceae).
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Clavija tarapotana (Theophrastaceae).
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Calliandra chulumania (Fabaceae).
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Oreithales integrifolia (Ranunculaceae).
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Son pocos los estudios que documentan la riqueza florística de la región.
Un total de 204 especies con un DAP≥2,5 cm se encontraron en 0,1 ha estudiadas, la medida
más alta de diversidad alfa conocida para Bolivia (Foster & Gentry
1991b). Varias parcelas de 1 ha han sido instaladas en la región de Rurrenabaque y
en los bosques montanos de la Reserva Pilón Lajas,
éstos tienen típicamente valores que van de 100−150 especies/ha (Smith
& Killeen 1998, DeWalt et al. 1999).
Se estima que la diversidad florística alfa del área Manu-Camisea
en el Perú oscila entre <100 especies/ha a >250 especies/ha en un bosque inundado
(Foster 1990, Alonso et al. 1997). Gentry (1988, 1992, 1995) demostró que los
niveles potenciales de diversidad alfa en el sur del Perú y el norte de Bolivia
son muy altos, con los niveles mas altos de diversidad asociados con bosques maduros de tierras
altas situados a 300−1.000 m de elevación. La diversidad beta
también es alta en la Región Madidi debido a la variación altitudinal
que va de 200 m en la Pampas del Heath hasta los 6.000 m en la Cordillera de Apolobamba cerca
del pueblo de Pelechuco.
La precipitación, sombra de lluvia y acumulaciones de nubes originan hábitats
sumamente diferentes en las laderas opuestas de los valles. Simultáneamente, la
geología varía desde substratos Mesozoicos y Paleoeozoicos, hasta los sedimentos
más recientes del Cuaternario o Terciario. Todos estos factores geomorfológicos
y físicos producen uno de los paisajes más diversos en la superficie del planeta.
Un mapa de vegetación de la Reserva Pilón Lajas reconoció once
formaciones vegetales distintas; sin embargo, la reserva no incluye las formaciones de pie
de monte, los abanicos de río, las llanuras aluviales, las áreas de sabanas
inundadas, los bosques secos y las áreas por encima de los 2.000 m de altitud que se
encuentran en Madidi.
Las medidas de diversidad gamma son consecuentemente altas debido a los altos
niveles de diversidad alfa y beta. Cerca de 1.000 especies fueron observadas
o coleccionadas por Foster et al. (1991) en aproximadamente un mes de trabajo de
campo, mientras un inventario de especimenes basado en un inventario de árboles
reportó más de 1.200 especies (Smith & Killeen 1998). Por más de dos
décadas se han realizado estudios de biodiversidad en las Reservas de Tambopata y
Manú, Foster (1987) compiló una lista de 2.874 especies en los alrededores
de Manu, mientras Reynel & Gentry (datos no publicados) produjeron una lista de 1.300
especies para un área de sólo 10.000 ha dentro de la reserva de Tambopata.
Recientes trabajos en el campo gasífero de Camisea (Manu), ha producido una lista
preliminar de 1.250 especies (Acevedo et al. 1997, Alonso et al. 1997,
Nuñez et al. 1997). Nosotros estimamos que la flora total de la
región superará fácilmente las 10.000 especies
de plantas vasculares, con más de 800 especies de musgos y hepáticas,
y un número aun desconocido de hongos. El grado de endemismos es desconocido,
pero por mucho tiempo se ha considerado que los Yungas de Bolivia son un centro de
endemismo (Beck et al. 1993).
La diversidad de otros taxa apoya la conclusión de que la diversidad de
especies de plantas en la Región Madidi es sumamente alta. Se piensa que la
diversidad de aves en menos de 100.000 km2 en el sudoeste de la Amazonía
que incluye la Región Madidi, es una de las más altas del continente,
con cerca de 10% de endemismos (Parker 1991). Parker (1991) observó 450
especies de aves en un mes de expedición, pero basado en el conocimiento de
las distribuciones y registros en áreas adyacentes, estimó que la
Región Madidi mas de 1.000 especies de aves o el 10% de toda la avifauna
del mundo. Se han producido estimaciones similares para mamíferos, con
más de 140 especies conocidas que ocurren en la reserva de Manu (Voss &
Emmons 1996).
Palicourea lasiantha (Rubiaceae).
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Ficus insipida (Moraceae).
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Besleria sprucei (Gesneriaceae).
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Guzmania lingulata (Bromeliaceae).
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Selaginella truncata (Selaginellaceae).
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Erythrina poeppigiana (Fabaceae).
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Oruga de bosque seco semideciduo.
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Oruga de bosque montano pluvial.
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Oruga de bosque seco semideciduo.
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Oruga de las pampas montanas de Apolo.
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Mariposa fotografiada en bosque amazónico.
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Hormiga tucandera, dos picaduras de este insecto ocasionan fiebre y dolor intenso por varios días.
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Una cría de llama pasteando en el Área Protegida de Ulla Ulla.
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Reptil fotografiado en el bosque montano del área protegida de Apolobamba.
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Referencias bibliográficas
- Acevedo P., D. Bell, K. Rankin & S. Smith. 1997. Assessment and
Monitoring Vegetation, Flora I. In: F. Dallmeier & A. Alonso. (ed.)
Biodiversity Assessment and Monitoring of the Lower Urubamba Region, Peru.
San Martin–3 and Cahiriari–2 Well Sites. Smithsonian Institution,
Washington DC.
- Alonso, A., F. Dallmeier, S. Mistry, P. Nuñez, J. Santisteban, G.
Valencia, S. Baldeón, H. Beltrán, C. Ros & J. Comisky. 1997.
Floristic composition, structure and diversity Assessment in the lower Urubamba
region. In: F. Dallmeier & A. Alonso. (ed.) Biodiversity Assessment and
Monitoring of the Lower Urubamba Region, Peru. San Martin–3 and
Cahiriari–2 Well Sites. Smithsonian Institution, Washington DC.
- Beck, S., T. Killeen & E. Garcia. 1993. Vegetación de Bolivia.
Pp. 6–23. In: T. J. Killeen, S. G. Beck & E. Garcia E. (eds.)
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Missouri Botanical Garden, La Paz, Bolivia.
- Dewalt, S.J., G. Bourdy,L. R. Chavez de Michel & Quenevo. 1999.
Ethnobotany of the Tacana: quantitative inventories of two permanent plots of
northwestern Bolivia. Economic Botany 53(3): 237–260.
- Foster, R. B. 1987. Plants del Parque Manu. Unpublished Checklist.
- Foster, R. B. 1990. The floristic composition of the Río Manu
floodplain forest. Pp: 99–111. In: A. Gentry (ed.) Four Neotropical
Rainforests. Yale University Press, New Haven.
- Foster, R. B., A. H. Gentry & S. Beck. 1991. Plant list: Alto Madidi,
Bajo Tuichi, and the foothill ridges. Pp. 75–92. In: T. A. Parker III
and B. Bailey (eds.). A Biological Assessment of the Alto Madidi Region and
Adjacent Areas of Northwest Bolivia, May 18–June 15, 1990. RAP Working
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- Foster, R. B. & A. H. Gentry. 1991b. Plant diversity. Pp. 20–21.
In: T. A. Parker III and B. Bailey (eds.). A Biological Assessment of the Alto
Madidi Region and Adjacent Areas of Northwest Bolivia, May 18–June 15,
1990. RAP Working Paper 1. Conservation International. Washington, DC.
- Gentry, A. H. 1988. Changes in plant community diversity and floristic
composition on environmental and geographical gradients. Annals of Missouri
Botanical Garden 75: 1–34.
- Gentry, A. H. 1992. Diversity and floristic composition of Andean forests
of Peru and adjacent countries: implications for their conservation. Memorias
del Museo de Historia natural, U.N.M.S.M. (Lima) 21: 11–29.
- Gentry, A. H. 1995. Patterns of diversity and floristic composition in
Neotropical montane forests. Pp. 103–126. In: S. P. Churchill, H. Balslev,
E. Forero & J. L. Luteyn (eds). Biodiversity and Conservation of Neotropical
Montane Forests. The New York Botanical Garden, New York.
- Nuñez, P., S. Baldeón, & H. Beltrán. 1997. Assessment
and Monitoring Vegetation, Flora II. In: F. Dallmeier & A. Alonso. (ed.)
Biodiversity Assessment and Monitoring of the Lower Urubamba Region, Peru. San
Martin – 3 and Cahiriari – 2 Well Sites. Smithsonian Institution–
Monitoring & Assessment of Biodiversity Program (SI/MAB).
- Parker III, T. A. 1991. Birds of Alto Madidi. Pp. 21–23. In: T. A. Parker
III and B. Bailey (eds.). A Biological Assessment of the Alto Madidi Region and
Adjacent Areas of Northwest Bolivia, May 18–June 15, 1990. RAP Working Paper
1. Conservation International. Washington, DC.
- Smith, D. N. & T. J. Killeen. 1998. A comparison of the structure and
composition of montane and lowland tropical forest in the Serranía
Pilón Lajas, Beni, Bolivia. Pp. 681–700. In: F. Dallmeier and J.
A. Comiskey (eds.) Forest Biodiversity in North, Central and South America and the
Caribbean: Research and Monitoring. Man and the Biosphere Series 21. UNESCO and The
Parthenon Publishing Group. Carnforth.
- Voss, R. S. & L. H. Emmons, 1996. Mammalian diversity in neotropical lowland
rainforest: A preliminary assessment. Bulletin of the American Museum of Natural
History 230: 1–115.
Palmares de pantano.
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Mauritiella aculeata (Arecaceae).
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Bosque húmedo de tierras bajas.
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Comunidad de sucesión dominadas por Gynerium sagittatum (Poaceae).
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El amplio rango altitudinal, la compleja fisiografía y geología,
la gran variabilidad climática, así como sucesos paleohistóricos
han hecho de la Región Madidi una de las áreas con mayor diversidad de
hábitas y tipos de vegetación en Bolivia y probablemente en el
Neotrópico. Además la acción humana ancestral principalmente
en territorios andinos ha contribuido al aumento de la heterogeneidad
paisajística. En la Región Madidi existen 9 ecoregiones (Ibisch et
al. 2003) y 20 grandes tipos de vegetación, sin incluir los diferentes
tipos de vegetación altoandina (Navarro et al. 2004). A
continuación se describen brevemente las formaciones más importantes
y solo las características mas reseñables son mencionadas.
El principal complejo de sabanas se encuentra al norte del área del pie
de monte cerca a Ixiamas, pero existen numerosas manchas de sabana disjuntas situadas
al norte y oeste a lo largo de los ríos Heath, Manupari y Manurimi. Los mosaicos
de sabana están típicamente compuestos por diferentes comunidades que
van desde las áreas permanentemente inundadas dominadas por Thalia
geniculata y Cyperus giganteus hasta las sabanas de tierras altas con
Curatella americana y Byrsonima chrysophylla. En las áreas
estacionalmente inundadas, las termitas forman por acumulación de tierra unas
islas características donde se desarrolla un tipo de vegetación
leñosa. En áreas que permanecen inundadas durante periodos prolongados
de tiempo se desarrollan poblaciones monotípicas de Mauritia flexuosa.
Las sabanas de tierras bajas se encuentran típicamente compuestas por especies
de amplia distribución y en su mayor parte han sido impactadas fuertemente por
ganado. Estudios recientes realizados por Beck (1990) en Ixiamas revelaron varios
nuevos registros para Bolivia dentro de las Burmanniaceae, Eriocaulaceae y Xyridaceae.
Las Pampas del Heath y las manchas de sabana próximas a la Reserva
Indígena Araona nunca han sido pastoreadas por ganado, razón por la
cual podrían tener especies extintas o son raras en los ecosistemas de sabana
más accesibles.
El bosque húmedo de tierras bajas se desarrolla sobre suelos bien drenados
por debajo de los de 300 m. Las familias de árboles predominantes son las
Moraceae y Arecaceae; también se encuentran bien representadas las Annonaceae,
Fabaceae, Melastomataceae, Myristicaceae y Lauraceae. Las especies más
comúnes son Pseudolmedia laevigata, Poulsenia armata e
Iriartea deltoidea (Smith & Killeen 1998, DeWalt et al. 1999).
Uno de los descubrimientos más raros fue Pentaplaris davidsmithii
(Tiliaceae), una nueva especie de un género conocido solo en Costa Rica (Bayer
& Dorr 1999). Otros géneros interesantes cuya ocurrencia en Bolivia era
aún desconocida incluyen a Wettinia y Wendlandiella
(Arecaceae) (Moraes et al. 1995), Anthodiscus (Caryocaraceae),
Pterygota (Sterculiaceae) y Huberodendron (Bombacaceae) (Foster
et al. 1991). Hacia el norte las Lecythidaceae y Chrysobalanaceae se hacen
más importantes e indican el cambio de la flora andina hacia una flora
amazónica hacia el sudoeste. El bosque en el norte de La Paz presenta
algunas de las densidades más altas de Bertholletia excelsa,
aunque está en el límite sur de su distribución. Swietenia
macrophylla se extiende, a manera de manchas, aparentemente dependiendo de
grandes eventos de perturbación originados por el movimiento de los ríos
(Gullison et al. 1996). Las grandes extensiones de bosques de bambú
típicas del sur del Perú y la zona del Acre en Brasil no ocurren en
Bolivia, pero son comunes en manchas pequeñas y dispersas.
Bosque montano subandino inferior.
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Bosque montano nublado en el sector conocido como Chiriuno.
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Bosque de ceja de monte.
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Bosque subandino seco.
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Bosque de cerrado, en los alrededores de la comunidad Virgen del Rosario.
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Tres grandes ríos disectan los bosques de pie de monte y llanura aluvial:
el Maniqui, Beni, y Madidi. Asociadas con cada río se encuentran una serie
de comunidades de sucesión que van desde la playa abierta hasta las comunidades
de cañaverales o arbustedas dominadas por Gynerium sagittatum, Tessaria
integrifolia, Calliandra angustifolia o Guadua angustifolia y
vegetación arbórea pionera con Cecropia spp., Ficus
spp. y Erythrina poeppigiana (Foster 1990, DeWalt et al. 1999). Los
ríos más grandes atraviesan los paisajes de la sabana ubicadas al
nordeste. Alrededor del río Beni se forma una franja ancha de vegetación
boscosa que es espacialmente más compleja que los numerosos bosques de la
galería asociados con ríos más pequeños e intermitentes.
Sin embargo, su curso actual probablemente no tiene más de mil años, y
muchos de los ríos más pequeños hacia el sudeste (p. e. Yata,
Biato, Iryañez y Benicito) corresponden a cauces abandonados.
Debido a su difícil acceso, los bosques montanos apenas han sido
estudiados, encontrándose frecuentemente en laderas de fuerte pendiente.
Debido al levantamiento de los Andes, las serranías que corren paralelas
son bastante altas y los valles que se forman entre ellas menos accesibles.
Smith & Killeen (1998) encontraron muchas diferencias entre el bosque de
la serranía y el bosque del pie de monte adyacente en el sector de
Pilón Lajas. La mayoría de las especies comunes en las tierras
bajas se encuentran a 900 m, pero su abundancia se reduce y es reemplazada por
nuevos taxa en el bosque montano. Es particularmente diverso el género
Inga, con 11 especies en una parcela de 1 ha. Otras familias importantes
son las Rubiaceae (Cinchona, Ladenbergia, Macrocnemum, Coussarea, y
Alibertia), Sapotaceae, Melastomataceae y Lauraceae. Frecuentemente
se encuentran densas poblaciones de las palmas Dictyocaryum lamarckianum
y Oenacarpus bataua según las zonas. Los bosques son más
bajos en las cimas de las serranías, aparentemente porque sufren un
déficit de agua durante la estación seca. Dos nuevos géneros
para Bolivia fueron descubiertos en este tipo de bosques: Lecointea
(Fabaceae) y Caryodendron (Euphorbiaceae).
Los bosques montanos incluyen los bosques nublados situados a 1.200 m, donde
se encuentran árboles de Prumnopitys (Podocarpaceae) que puede
usarse como una especie indicadora. Sin embargo, el bosque nublado está
más típicamente asociado con las serranías de orientación
noreste situadas a 1.500 m. Los taxa típicos son Clusia,
Schefflera, Oreopanax, Hedyosmum, Weinmannia, Juglans, Clethra
y helechos arbóreos (Dicksonia sellowiana, Alsophyla
incana), así como numerosas especies de Melastomataceae y Rubiaceae.
Las bromelias, orquídeas, helechos y musgos epifitos son particularmente
abundantes. Los bosques nublados han sido muy pobremente coleccionados, futuros
estudios podrían proporcionar nuevos registro para Bolivia y nuevas
especies para la ciencia.
Entre los 2.800 a 3.700 m de altitud, por encima del cual ya no es posible el
establecimiento de vegetación boscosa, tiene lugar un tipo particular de
vegetación, la Ceja de Monte yungueña que soporta bajas temperaturas,
las plantas aquí presentes han desarrollado adaptaciones especiales como
cutículas gruesas e indumento de pelos densos para proteger sus órganos
del frío y las radiaciones. Son típicos de esta formación los
géneros Weinmannia, Symplocos, Schefflera y
Oreopanax. A mayores altitudes y hacia las laderas occidentales de la
Cordillera Real se presentan los característicos pajonales y matorrales
altoandinos de la Puna, territorio en el que se han desarrollado culturas
precolombinas ancestrales cuyos representantes actuales son predominantemente
Quechuas y Aymaras.
Los bosques subandinos secos del valle del Tuichi al norte de Apolo son
similares en composición a los bosques del valle seco del río
Boopi, donde se encontraron muchas especies endémicas (Rusby
1893−1896, 1907). Este tipo de bosque comparte elementos con el bosque
Chiquitano de Santa Cruz, como Astronium urundeuva, Schinopsis
brasiliensis y Anadenanthera colubrina (Foster & Gentry
1991a). Al parecer la flora de los principales bosques secos de
Sudamérica formaba parte de una formación extensamente
distribuida durante un periodo seco del Pleistoceno, que en la actualidad ha
quedado fragmentada debido a cambios climáticos, recibiendo la
denominación de "Bosques Secos del Arco Pleistocénico"
(Prado & Gibbs 1993); los bosques secos del Tuichi podrían representar
un refugio aislado de esta formación. Adyacentes a estos bosques secos
en áreas fuertemente degradadas por fuegos o sobre cimas de cerros con
suelos poco profundos existen bosques de Cerrado similares a los del Escudo
Precámbrico Brasileño con especies típicas de los cerrados
de tierras bajas como Curatella americana, Vochysia
mapirensis y Plathymenia reticulata junto con especies andinas como
Ternstroemia asymmetrica y Cinchona calisaya.
Referencias bibliográficas
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the Caribbean: Research and Monitoring. Man and the Biosphere Series 21. UNESCO and
The Parthenon Publishing Group. Carnforth.
Chaqueos en el bosque montano del área protegida Apolobamba.
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Deforestación en las cercanías de Rurrenabaque.
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Chaqueo y desmonte reciente en bosque seco.
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Chaqueo en las sabanas de Apolo.
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Como muchas otras áreas en los trópicos, la Región Madidi
está siendo sometida a cambios profundos originados por el uso de la tierra.
La mayor amenaza es la deforestación originada por la colonización.
Steininger et al. (2000) mostró que el 4% del departamento de La
Paz había sido deforestado en 1992. Sin embargo, la tasa de
deforestación ha incrementado de 40 km2/año en
1975−1986 a 62 km2/año en 1986−1992. Las causas mas
importantes para la deforestación en el departamento de La Paz han sido
la migración y la colonización de campesinos, la mayoría de
los asentamientos han ocurrido a lo largo del camino principal entre La Paz y las
tierras bajas. La pobreza, el crecimiento poblacional y el empobrecimiento de los
suelos en las tierras altas obligan a sus habitantes a migrar hacia tierras
recientemente abiertas.
La colonización y deforestación dependen del acceso, existen
numerosos proyectos de desarrollo a gran escala que abrirán rutas hacia
estas nuevas áreas. La mas inquietante es la realización de la
carretera que une La Paz y Cobija, la capital de Pando. Dos tramos de esta carretera
ya han sido completados, el primero une Ixiamas con Rurrenabaque y el segundo se
extiende al sur desde Cobija al río Madre de Díos. Sólo 100 km
de bosque separan estos dos tramos, y el gobierno boliviano considera la
realización de esta carretera como una prioridad nacional y sin duda
será concluida próximamente. Otro proyecto importante es la carretera
que une el pueblo de Tumapasa (40 km al S de Ixiamas) con el pueblo de San
José de Uchupiamonas, ubicado dentro del Parque Nacional Madidi. Este camino
atravesará la Serranía del Tigre y llegará hasta el río
Tuichi, representando el primer camino para el tráfico vehicular ubicado dentro
del parque. Existen planes para extender este camino hasta Apolo, siguiendo una
senda histórica de mula, ahora abandonada y que une las tierras bajas con el
Altiplano atravesando el corazón del Parque Nacional Madidi.
Sin embargo una amenaza mayor es la construcción del Dique
Hidroeléctrico del Bala que generaría 2.460 megavatios. La idea
para este proyecto data de hace mas de 40 años y propone establecer un
dique de 200 m de alto sobre el río Beni aguas arriba de Rurrenabaque. El
lago resultante inundaría grandes sectores del Parque Nacional Madidi y la
Reserva Pilón Lajas. Cálculos preliminares estiman que la superficie
de bosque a ser inundado sería de 350.000 has. El mercado seguro de esta
energía sería el Brasil, lo que podría hacer de este un
proyecto atractivo para los inversionistas privados, ya que el Congreso boliviano
lo exento de muchos estatutos dentro de la Ley del Medio ambiente.
Probablemente el futuro en el desarrollo de la Región Madidi es la
exploración de hidrocarburos, la explotación y la construcción
de tuberías para aceite y gas. La región es parte de la misma
formación geológica que el Campo Gasífero de Camisea en el
sur del Perú. Las compañías de aceite Occidental, Repsol,
Texaco y Total han llevado a cabo estudios sísmicos en el área, y la
reciente construcción de la tubería de gas Bolivia-Brasil ha
incrementado el interés en el área. Adicionalmente podría
construirse una tubería que conecte el campo de Camisea con el sur de Brasil
(com. pers. H. Vannes, Director Shell Gas). Una tubería de gas desde Santa
Cruz a Camisea atravesaría el Parque Nacional Madidi, así como las
Reservas Bahuaja-Sonene/Tambopata. Los derechos de uso de la tubería
mantienen una franja de 15 m de césped por razones de seguridad, la que
también se usa como un camino de acceso. El desarrollo de la reserva de
hidrocarburos Andinos y la construcción de una red regional de energía
integrada es una prioridad nacional en el Perú, Bolivia, Brasil y Argentina.
El concepto también es apoyado por agencias de cooperación internacional,
como la Corporación Andina de Fomento, el Banco de Desarrollo Interamericano
y el Banco Mundial.
Referencias bibliográficas
- Steininger, M. K., C. J. Tucker, J. R. G. Townshend, T. J. Killeen, A. Desch,
V. Bell & P. Ersts. 2001. Tropical Deforestation in the Bolivian Amazon.
Environmental Conservation 28:127-134.
Ingreso al Parque Nacional Madidi, desde Rurrenabaque.
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Embarcación del Albergue Ecológico Chalalan transportando turistas.
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En 1990 Madidi fue reconocido por el Rapid Assesment Program (RAP) de
Conservación Internacional (Parker & Bayley 1991) como el
área que alberga los ecosistemas de bosque húmedo más
diversos de Bolivia. El Gobierno boliviano contrató un equipo de
biólogos y antropólogos para recomendar límites para la
creación del área protegida en 1992. Ellos recomendaron el
establecimiento de una reserva de 18.000 km2 (CDC 1992). En 1993, consultores
contratados por el Banco Mundial (Banco del GEF-mundo) designaron a la
Región Madidi como una de las nueve áreas prioritarias para la
conservación en Bolivia. El Parque Nacional Madidi se creó
formalmente en 1995. La propuesta final contaba con el apoyo de los
conservacionistas ya que incluía la mayoría de los tipos de
hábitats que ocurren en la región. El Parque Nacional Madidi es
adyacente a la Reserva de la Biosfera Pilón Lajas creada en 1992 y al
Parque Nacional Apolobamba, una reserva andina cerca del Lago Titicaca creada
en enero del 2000. Madidi es también adyacente a la Reserva de Uso
Múltiple Manuripi-Heath; también colinda con varias áreas
protegidas en el Perú (Santuario Nacional Pampas del Heath y Zona de
Reserva Bahuaja-Sonene/Tambopata). El Parque Nacional Madidi es además
una reserva clave, ya que permitió crear uno de los corredores de
conservación biológica mas grandes, uniendo reservas y
áreas protegidas del Perú y Bolivia, conocido como el
Corredor de Megadiversidad Vilcabamba-Amboró, en un
esfuerzo de los conservacionistas por proteger una de las áreas
biológicamente mas diversas del planeta.
Los esfuerzos por organizar una dirección eficaz han sido limitados,
pero el éxito alcanzado es alentador. El Servicio Nacional de
Áreas Protegidas (SERNAP) dedica fondos limitados, brindados por el
programa de GEF, para la administración, los sueldos de guarda parques,
y otras actividades relacionadas con la dirección de los parques. La
Reserva Pilón Lajas recibe apoyo de la Comunidad Europea y el Gobierno
Holandés, mientras que el Parque Nacional Madidi y las zonas de
colonización adyacentes son apoyadas por el proyecto CARE, con el
apoyo de Inglaterra y Dinamarca. Las agencias privadas no-gubernamentales
también son activas en la región, incluidas Conservación
Internacional (ecotourismo), EcoBolivia (ecotourismo), Wildlife Conservation
Society (investigación y manejo de fauna), y el World Wildlife Fund
(planeamiento, conservación regional). Las agencias de desarrollo
Internacionales también han estado apoyando el desarrollo de estos
programas, como la Agencia para Desarrollo Internacional (USAID), el British
Department for International Development (DIFID), Denmark's International
Development Agency (DANIDA), y el Banco de Desarrollo Interamericano (BID).
Recientemente Conservación Internacional firmó un acuerdo
con la Global Environment Facility del Banco Mundial para crear el Fondo
para la Protección de Ecosistemas Críticos (CEPF).
Este fondo apoyará iniciativas de conservación en los Hotspots de Biodiversidad,
como son los Andes Tropicales. Como parte de esa iniciativa las 13 áreas
protegidas incluidas en el Corredor Vilcabamba-Amboró recibirán
aproximadamente $7 millones para la dirección de los parques y el
desarrollo de proyectos de acción comunal que apoyen a la
conservación.
Referencias bibliográficas
- Parker III, T. A. & B. Bailey (eds.). 1991. A Biological Assessment of
the Alto Madidi Region and Adjacent Areas of Northwest Bolivia, May 18–June
15, 1990. RAP Working Paper 1. Conservation International. Washington, DC.
- CDC. 1992. Propuesta del Parque Nacional Madidi. Report by the Centro de Datos
para la Conservación de Bolivia (CDC), Instituto de Ecología, Museo
Nacional de Historia Natural. La Paz.
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